Así puedes transformar tus amenazas en oportunidades

Recuerda cambiar de perspectiva, ver más allá del problema y asume retos con la mejor actitud

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  1. Formaliza tus fortalezas: por ejemplo, si sabes consolidar y analizar datos de una forma extraordinaria en Excel, podrías tomar un curso de Excel avanzado facilitando que en tú próximo proceso de selección no solo menciones la habilidad, sino que puedas acreditarla.
  2. Analiza tus debilidades: piensa en cada una de ellas, determina su relevancia para alcanzar tus objetivos profesionales y a partir de esto establece acciones a corto, mediano y largo plazo. Por ejemplo, si no tienes tanta afinidad con los niños pequeños y quieres ser docente de preescolar, sería importante establecer acciones de mejora; por el contrario, si quieres ser docente universitario no es prioritario actuar.
  3. Anticípate a las oportunidades: reconocer aquello que te hace valioso facilita que tengas control de tu futuro. Por ejemplo, si se acerca la fecha de un retiro por jubilación de un cargo superior, puedes ir preparándote para asumir el nuevo rol y manifestar tú interés en él, antes de que se genere la búsqueda de la vacante al exterior de la empresa.
  4. Convierte las amenazas en un aliado: prevé las situaciones que pueden afectar tu crecimiento profesional y personal, ¿cómo hacerlo? Actualízate de forma continua en relación a los cambios del entorno, de esta manera puedes crear un plan B que reduzca el impacto del cambio.

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